jueves, 14 de mayo de 2015

La visita de Kerry

Vladimir Putin y Sergey Lavrov se reunieron ayer con el Secretario de Estado John Kerry en la ciudad de Sochi en la primera visita de Kerry a Rusia desde el inicio de la crisis ucraniana. La visita de Kerry a Rusia se produce en un momento clave en el que se decide el curso de los acontecimientos. A pesar de que todas las partes insisten en que el desarrollo de las medidas acordadas en Minsk el 12 de febrero es la única vía para solucionar la crisis, el número de incidentes y la intensidad de la batalla aumenta a lo largo de todo el frente, especialmente en la República Popular de Donetsk.
Tras horas de reuniones, los jefes de la diplomacia rusa y estadounidense comparecieron ante la prensa para mostrar, en un ambiente distendido, un acercamiento en sus posturas. John Kerry consiguió que Sergey Lavrov admitiera que ambas parten infringen puntos del acuerdo de Minsk, mientras que Lavrov consiguió que Kerry discrepara públicamente de los planes de Poroshenko de recuperar el control del aeropuerto de Donetsk por la fuerza. “Debería pensárselo dos veces” antes de atacar, afirmó Kerry, admitiendo que tal acción supondría un serio riesgo para el proceso de paz.

La pregunta se refería a las declaraciones del presidente ucraniano en la presentación de un documental sobre la batalla por el aeropuerto internacional de Donetsk, que los llamados ciborgs ucranianos defendieron durante más de 200 días hasta mediados de enero, cuando las milicias finalmente lograron capturar los últimos edificios del complejo, ya prácticamente en ruinas. El documental narra la épica lucha de los ciborgsucranianos en una batalla que la propaganda ucraniana ha tratado de comparar con la batalla de Sebastopol en la Segunda Guerra Mundial. Pese a que la batalla concluyó el pasado enero, el trabajo de recuperación de los cuerpos de esos ciborgs caídos en la lucha no ha podido concluir por el constante bombardeo de la zona por parte del ejército ucraniano.

El lado ucraniano nunca ha renunciado a su intención de recuperar esas posiciones que ni siquiera les correspondían tras la firma del primer acuerdo de Minsk. Símbolo de lo que el Gobierno ucraniano ha querido hacer ver como épica lucha ucraniana contra el invasor ruso, toda mención al aeropuerto de Donetsk se ha convertido también en una forma de apelar al espíritu patriótico y nacionalista que normalmente acompaña las proclamas belicistas del Gobierno. Para deleite de la parte más nacionalista del país, el presidente mostraba su certeza de que Ucrania recuperará, no solo el aeropuerto de Donetsk, sino todos los territorios de Donbass e incluso Crimea, donde Ucrania pretende también renombrar más de 60 ciudades para cumplir así con la recientemente aprobada ley anticomunista.
La batalla de Sebastopol y la del aeropuerto de Donetsk, equivalentes según la propaganda ucraniana.
La batalla de Sebastopol y la del aeropuerto de Donetsk, equivalentes según la propaganda ucraniana.
Al contrario que las afirmaciones del presidente ucraniano, reacio a moderar una retórica en la que domina el belicismo, los representantes de las Repúblicas Populares han entregado sus propuestas sobre la descentralización del país, la reforma constitucional y la ley que garantice la celebración de elecciones locales en los territorios controlados por las milicias en Donbass. En línea con los acuerdos firmados en septiembre y en febrero, Denis Pushilin, representante de la RPD en el grupo de contacto, ha afirmado que las repúblicas aceptarán una autonomía amplia dentro de Ucrania. Las medidas incluyen un régimen económico especial, la adopción del ruso como idioma oficial y un cuerpo de policía para la zona, además de recuperar el estatus de no-alineado para Ucrania.

Kiev, por su parte, sigue afirmando su intención de descentralizar el poder, aunque se niega a hablar de autonomía o de federalización y no ha dado paso alguno en esa dirección desde que anunciara, hace ya más de un año, sus intenciones. Era el propio John Kerry el que, acompañado de Arseny Yatseniuk, aplaudía la iniciativa del primer ministro de garantizar una amplia autonomía a las regiones.

Como entonces, las palabras no se corresponden con los hechos. “Tras el encuentro en Sochi informé a nuestros socios de la OTAN, y llegamos a la comprensión de que ha llegado el momento crítico de actuar, Rusia y los separatistas deben atenerse a los acuerdos de Minsk, y es de importancia crítica garantizar el acceso de la OSCE a la zona del conflicto, para detener la violencia, especialmente en Shirokino”, ha afirmado Kerry en la reunión de miembros de la OTAN, insistiendo, una vez más en culpar únicamente a una parte de las infracciones del alto el fuego.

Aunque Shirokino sigue siendo uno de los focos de la batalla, hace semanas que no es un hecho aislado. En el mismo momento en que Kerry y Lavrov recordaban, ante la prensa, que el acuerdo de Minsk es la única vía pacífica para solucionar el conflicto, las fuerzas ucranianas iniciaban una serie de ataques, principalmente en los alrededores de Donetsk y la ciudad de Gorlovka, donde a consecuencia de algunos de los bombardeos más intensos de los últimos meses, parte de la ciudad continúa sin luz ni gas. El ejército ucraniano ha utilizado armamento pesado y artillería que, según el primer punto del acuerdo de Minsk, debía haber sido retirado de la línea de contacto. Aún es pronto para calificar estos ataques como el inicio de una nueva ofensiva ucraniana, aunque sí supone un notable empeoramiento de la situación.

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